Thursday 9 April 2020

Un mes de la partida de mamá



Hoy hace un mes que mamá partió. Extraño abrazar diariamente su frágil cuerpecito y besarla y decirle cuánto la quiero. Ella ya no podía hablar ni me reconocía como su hija pero creo que sentía mi cariño y lo aceptaba. Y también prodigaba cariño y mucho, eso es algo que nunca perdió, era su esencia. Abrazaba y besaba a sus muñecas y peluches como si fueran bebés. Les hablaba, les daba de comer y los acunaba con ternura. Tenía un instinto maternal inmenso, mi casa siempre estuvo visitada por niños en las diferentes etapas de nuestra vida y siempre trataba de tenerlos contentos y bien cuidados.

Yo antes creía que era papá el jefe de la familia y que mamá hacía lo que él decía como se acostumbraba en esa época, pero el haber pasado tanto tiempo acompañándolos en su vejez me hizo dar cuenta que si bien liderar era trabajo de papá, la guerrera era mamá. Fue la mejor compañera para papá quién generalmente veía las cosas con un tinte pesimista y tomaba su tiempo para tomar decisiones.

Mamá apoyaba la economía familiar haciendo ropa de los retazos de tela que le daban a papá en la fábrica textil dónde trabajó hasta jubilarse y no solamente cosía para nosotros sus hijos sino también dejaba algunas prendas en concesión donde sus caseras del mercado. Cuando ya no había telas, preparaba mermeladas para nuestro consumo y también para vender entre las vecinas.

Siempre ayudaba economizando los gastos, enseñándonos a ser útiles y considerados con los demás, sin importar las condiciones en las que vivíamos cuando niños, no siempre de bonanza económica. No recuerdo que hayamos tenido celebración de cumpleaños cuando niños, pero siempre tuvimos libros que teníamos que pasarnos por turno porque no nos compraban un libro a cada uno sino uno para los tres hermanos, así que teníamos que leerlos rápido para pasarlo al siguiente apenas hubiéramos terminado. Y nunca pasamos hambre, siempre hubo comida para todos y para el que llegara a la casa gracias a su capacidad para distribuir el dinero que papá le daba… y eso que ella consideraba que no era buena con las cuentas por no haber terminado la primaria.

Sé que está en un mejor lugar, de la mano de papá, disfrutando del amor que siempre los unió. Él le dedicó la canción “You light up my life”= Tú iluminas mi vida, como muestra de su cariño hacia ella, ambos iluminan la mía.

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