Thursday, 21 May 2015
Sunday, 10 May 2015
Mi mamá
Mamá era el alma de la casa, era fuerte y trabajadora y era la que nos mantenía a todos con los pies en la tierra. Siempre estaba limpiando, cocinando o cosiendo (esa era su mayor distracción).
Le gustaban mucho las plantas pues nació en un pueblo pequeño del norte donde habían chacras en las que trabajaban sus hermanos mayores. Sin embargo por su piel tan blanca el sol le causaba muchos estragos pues en ese tiempo y en esos lugares nadie usaba bloqueador así que cuando murieron sus papás no había muchas personas que la quisieran tener pues no podía ayudar en el trabajo del campo.
Mamá vino a Lima a los 16 y se puso a trabajar de costurera para una fábrica mientras vivía con una de sus hermanas mayores hasta que conoció a papá, se enamoraron y se casaron.
Era muy conversadora, le gustaba leer, sobretodo poemas de amor, los que copiaba en un cuaderno. Uno de mis mayores recuerdos de mamá cuando he vivido fuera de casa ha sido el de verla sentada en la mesa del comedor copiando sus poemas. No fue hasta muchos años después que supe que no había terminado la primaria pues en su pueblo no le permitieron seguir estudiando para que pudiera trabajar, por eso nunca nos contestaba las cartas cuando estábamos fuera del país pues tenía vergüenza de su mala letra y ortografía (aunque debo decir que yo sí tengo una carta de ella, la única que escribió cuando viví en Inglaterra).
Cuando murió papá temí que se fuera ella también pues eran realmente muy unidos, casi nunca peleaban y en la casa no hubieron nunca gritos ni lisuras ni malos tratos. En esos días descubrimos que tenía Alzheimer y eso fue lo que, afortunadamente, permitió que olvidara el dolor de perder a papá y continuara su vida tranquila y feliz. Ya no lee porque no retiene la información y en su mundo pequeño no hay lugar para políticos ni presidentes ni mucho menos los participantes de Esto es Guerra, no sabe quien es el presidente de Perú y a veces no recuerda cuántos hijos tiene ni sus nombres . Su mundo somos los que vivimos con ella, sus paseos por el parque y sus perros. No ve televisión porque no entiende lo que sucede y a veces cree que lo que pasa en la tele está realmente sucediendo y se asusta así que solamente ve dibujos animados o películas para niños. Lo bueno es que nunca le gustó mucho ver tele así que no padece por eso.
Le gustaba limpiar, cocinar y coser pero ya se ha olvidado como cocinar, ha perdido el olfato y consecuentemente el gusto, tampoco puede coser a máquina pero sí a mano cuando la vigila su enfermera así que a veces cortamos las toallas en varios trozos para que ella cosa el borde de los mismos y haga toallas pequeñas. Le gusta ayudar a limpiar si le alcanzas cosas para que les pase el trapito sentada en su silla de ruedas. También dobla servilletas, seca los platos y dobla las bolsas del mercado. El doctor dice que tiene que hacer crucigramas y sudokus para mejorar el área cognitiva de su mente....algo difícil para alguien que no pudo terminar la primaria en su pueblito así que colorea, hace muñequitos en plastilina y nos comenta lo que ve en sus paseos diarios al parque.
A veces cree que soy su hermana, otras veces cree que soy su mamá, he dejado de ser su hija pero ella siempre será mi mamá y aunque parece una niña pequeña, creo que eso permite que siempre esté feliz y tranquila con la seguridad que nada le va a pasar mientras esté a su lado y aunque parezca egoísta, me gusta que así sea porque es fácil hacerla feliz. Solamente necesita vernos a su alrededor, acariciar a sus perros y comprar sus flores en el mercado. Ojalá que siga así hasta que Dios la lleve a su lado y que su partida sea como la de papá,: él se quedó dormido en sus brazos y yo espero que mamá se vaya dormida en los míos soñando con papá, sus mascotas y su jardín que tanto quiso y cuidó.
Gracias mamita bella por tanto amor y tantos valores, gracias porque a pesar de no haber tenido una educación formal , tuviste la sabiduría de criarnos como personas útiles y trabajadoras y nos enseñaste a siempre tender la mano a los menos afortunados, entre los que alguna vez estuviste tú.
Sé que no vas a leer esto que te escribo y sé que aunque te lo digo todos los días y cada vez que puedo, en un rato olvidarás lo que te dije y hasta en algún momento llegarás a olvidar quién soy. Pero no importa, porque yo te recuerdo y estarás conmigo así como papá hasta el fin de mis días.
Te quiero mamá!!!
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